La atención facilita la percepción y todos los procesos posteriores, antecede a las tareas intelectuales. Sin una capacidad mínima de atención, no se pueden realizar la mayoría de las tareas.
La memoria a largo o corto plazo, memoria visual, táctil o auditiva, es una habilidad básica de la inteligencia. Gracias a la memoria se fijan datos o conocimiento que el pensamiento puede relacionar, comparar o combinar. La memoria interviene decisivamente en la lectura, hay que recordar lo que se lee.
El pensamiento creativo, es la capacidad para crear nuevas ideas. La creatividad, la invención, supone flexibilidad , manifestar una capacidad para ir más allá de los esquemas comunes. Hay que trabajarlo, ya que las programaciones escolares dejan poco margen a la manipulación libre de ideas y además, el consumo de ocio digital priva a las nuevas generaciones de un desarrollo creativo del pensamiento, limitándose a reproducir lo que ven en las distintas pantallas que hay a su alcance.
Estos tres puntos tiene muchas implicaciones en el desarrollo intelectual del estudiante.